Carmen Isabel Labrador Fariña comienza su aprendizaje en el torno alfarero a finales de los años 70 y de forma autodidacta. Fue la primera mujer oleira de Buño, pues este oficio era exclusivo de los hombres y se transmitía de padres a hijos varones.
Las primeras piezas que hizo fueron los lilos, que eran juguetes, piezas tradicionales pero en formato pequeño.
Hace gran diversidad de piezas para uso doméstico, decoración y bisutería, con mucha variedad en los colores y formas